lunes, 27 de noviembre de 2017

Creí que me amabas.






Me duele quererte pues tú no sientes lo mismo, me duele que me abraces pues sé que todo es mentira, pero me duele verte con otra más de lo que me duele que estés jugando conmigo
Duele amarte de la manera en la que lo hago, porque mientras tú te ríes con alguien más, yo no sé como arrancarte de mi corazón" Desearía nunca haberte conocido para no sentir esta tristeza
No sé cómo decirte esto, bueno te quiero, te amo y me he enamorado de ti. Gracias a ti yo me he despertado con ganas de vivir pero ahora ya no quiero vivir porque tu esas saliendo con otro y yo me quiero morir
Pienso en ti en silencio, a veces digo tu nombre. Todo lo que me quedan son los recuerdos y un corazón que sólo piensa en ti. Estoy lleno de tristeza y mis lágrimas no dejan de fluir, pero todo lo que me duele perderte es algo que nunca lo sabrás
Te extraño cada segundo que pasa, como hago para volver amarte sin reprocharte nada, si lo único que me pregunto es por qué sucedieron las cosas, porque te fuiste sin decir adiós. por qué no volviste de inmediato para darme tus besos y tus ganas de soñar juntos
La vida nos da muchos motivos para ser felices y también otros que nos hacen sentir tristes y a veces nos cuesta mucho salir de este último estado. A continuación compartiremos algunas reflexiones sobre la tristeza del alma para ayudarnos a entender este sentimiento y superarlo en nuestras vidas.
Hay muchas razones para estar tristes en ciertas ocasiones pero algunas personas hacen de la tristeza su modo de vida y esto en ningún caso es saludable.
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Perder a un ser querido, terminar una relación o no lograr una meta son algunos de los eventos que pueden ocurrir en nuestra vida y que nos pueden hacer sentir tristes, sin embargo, todos estos momentos debemos de aprender a superarlos y convivir con ellos sin que nos dominen.
Si tenemos una tristeza en el alma por mucho tiempo significa que de alguna forma nos hemos quedado viviendo en el pasado y que no hemos preferido una situación mejor
El verdadero dolor, el que nos hace sufrir profundamente, hace a veces serio y constante hasta al hombre irreflexivo; incluso los pobres de espíritu se vuelven más inteligentes después de un gran dolor

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