Si sientes que su relación se ha transformado en un hábito tan corriente como ir de compras o salir a comer… Si discuten cada vez más a menudo, si ya no puedes recordar cuándo fue la última vez que lo besaste, la última vez que la cama fue el pretexto para amarse… de pronto los motivos que los unieron alguna vez parecen tan lejanos, tan difusos e incomprensibles.
Quien un día fue tu mejor amigo, tu amante y confidente hoy es un extraño
que anega la casa con su presencia vacía. Puedes simplemente darte por vencido y terminar de una vez, o en cambio, puedes buscar dentro de ti, esa llama casi extinta que compartieron, que te hizo amarlo en un principio, dejar a un lado el orgullo, el pasado y hablar con honestidad.
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